A veces las bodas pequeñas son algo complejas de gestionar. Este era el caso de Irene y Nacho.

Eran poquitos invitados y buscaban algo coqueto, en plena naturaleza para pasar el fin de semana y disfrutar de la boda al 300%.

Por eso alquilaron la Casa rural Casas Pirineos en Gerbé (Aínsa) y lo que pasó después te dejará boquiabierta. 

Del diseño, organización y supervisión del día nos encargamos nosotras. Tenía que ser a su gusto, aunque nuestra huella siempre está presente y adecuado al lugar y tipo de ceremonia. 

Fue una Boda en el Pirineo de Huesca simbólica oficiada por un buen amigo suyo: El sombrero loco 🙂  No tengo fotos por el tema privacidad pero te aseguro que la caracterización fue lo más.

Con el catering Bodega del Vero, una vez más, disfrutamos de un maravilloso día entre montañas, con un sol maravilloso y rodeada de una familia increíble.