Si algo me sorprendió de esta pareja fue la versatilidad que tenían. Ellos habían decidido su boda, la habían imaginado en sueños pero no sabían cómo conseguirla y tenían un presupuesto destinado para cada una de las partes. Contactaron con nosotras buscando una Wedding Planner que les ordenara y priorizara las ideas que tenían y se ocupara de la decoración. Así que empezamos a trabajar y poco a poco fue tomando forma la idea que tenían.
Primero les hicimos un proyecto personalizado y luego les asesoramos los proveedores que les podían ayudar a conseguir su idea. Fue un trabajo en equipo (como todas nuestras bodas) en la que el resultado fue una Boda en el Pirineo de Huesca increíblemente bonita.
Escogieron dos emplazamientos, la ermita de Santa Elena en Biescas. ¡Preciosa! Vale la pena ir a verla. Y la fiesta en Piedrafita Mountain. Un lodge situado entre montañas con cabañas de madera al más puro estilo alpino.
Para la decoración, tanto de la ermita como de la carpa, utilizamos secos y a la ermita le dimos un toque de color con bayas silvestres.
Una decoración silvestre, propia de la montaña y otoñal.