Decidimos preparar nuestra boda en el valle de Benasque con El Buixo Eventos (Marta). Era una boda pequeñita, de 40 personas, pero con una logística diferente a las bodas que se suelen celebrar en hoteles o en fincas más preparadas para ello. Desde el principio, nos escuchó, captó nuestro estilo y se volcó en hacer que la boda fuera como nosotros queríamos, siempre buscando opciones económicas. La ceremonia fue en la Iglesia de San Lorenzo (Cerler) y Marta la decoró muy elegante adaptándose a nuestro estilo y captando la esencia que buscábamos.
Recomendados por Marta, elegimos un piano, una voz y un violín, una combinación ideal que nos emocionó durante toda la ceremonia. La comida la hicimos en la Borda del Mastín (Cerler), donde Marta también nos ayudó a organizar y decorar las mesas. Finalmente, la «fiesta» la hicimos en Casa Suprian (Anciles), una preciosa casa señorial del siglo XV. Aunque se celebran bodas allí, no tiene todos los recursos que se suelen encontrar en sitios especializados para ello. Sin embargo, Marta se volcó en la decoración aprovechando muchos de los recursos que había en la misma casa con una gran creatividad y estilo. El resultado fue excelente, siempre con un toque pirenaico, y todos los invitados quedaron maravillados con Casa Suprian. Además, también nos puso en contacto con Vértigo Producciones, quienes se encargaron de pinchar la música. Además de todo eso, desde la primera llamada, Marta estuvo muy pendiente de nosotros, se desplazó en varias ocasiones hasta Benasque para pensar y diseñar la decoración, y nos ayudó en todo lo que le pedimos. Para nosotros, delegar en Marta la decoración y la organización de la boda fue una de las mejores decisiones que pudimos tomar, y desde luego, volveríamos a confiar en ella. Es una persona superempática y volcada con su trabajo. 100% recomendable.