Una Boda sencilla es lo que me dijo Lourdes la primera vez que hablé con ella. Concretamente fue algo así como:
«Es que en realidad yo no quiero hacer nada, lo que queremos es pasárnoslo bien con nuestros amigos y que el sitio esté bonito»
Así empezamos a hablar.
Claro que nada, nada… algo habrá que hacer, digo yo! y es que una no se casa todos los días, así que habrá que dejarlo bonito. La verdad es que celebrando la fiesta en la Casa Rural la Portellada no fue difícil hacerme una idea de lo que querían Lourdes y Javi y recrearlo. El lugar es increíblemente encantador y Mariví y Antonio unas personas excepcionales. Por si no lo sabes, es uno de los lugares maravillosos que tenemos en nuestro entorno para celebrar tu boda.
Algo para poder sentarnos, algo de picoteo y baile y risas, todo informal. Así que les planteé zonificar el jardín para que los invitados pudieran elegir lo que desearan hacer, Una zona donde situaríamos el catering, una zona de estar para que pudieran sentarse y hablar de forma informal y sin protocolo alguno a la hora de adjudicar sitios y la zona de baile y copas donde se situaría el Photocall.








